Si bien es cierto que la lectura es una conducta inteligente y el cerebro es el centro de la actividad intelectual humana y del procesamiento de información, leer es mucho más que descifrar palabras y estar alfabetizado. Porque leer es una actividad valiosa tanto desde el punto de vista social como individual: nos acerca a otras culturas; nos hace entender la sociedad en la que vivimos y comprender a sus integrantes; nos pone en el centro del desierto más caluroso; nos sumerge al océano más profundo; nos lleva a visitar otros mundos, nos lleva al pasado más remoto.
Toco este tema porque hace unos días, en éste su blog de confianza, se opinaba teniendo como base la columna que Etazul nos ofreció sobre H.P. Lovecraft (
La biblioteca de la Abuela: La sombra sobre Innsmouth), cómo las nuevas generaciones han ido perdiendo la experiencia de leer un buen libro y conformarse con la adaptación de éste a la pantalla grande. Sin querer tocar el tema “libro vs cine” (en lo particular, ambos artes son magníficos, complementarios y no tienen porque contraponerse), me parece más preocupante que
poco a poco se ha ido perdiendo el placer por la Lectura (que quede claro que no sólo hablo de la lectura de comics), la cual es para la mayoría de nosotros una pasión, un estilo de vida, pero para mucha gente también es un dolor de cabeza, una pérdida de tiempo.
Después de leer en ese post los comentarios de mis compañeros, recordé un estudio que realice en mis épocas universitarias (sí, éste chapulincito sí estudio y compartió banca con el grillito cantor y pistachón zigzag). El título era:
Influencia del género en los hábitos y la preferencia por la lectura en los adolescentes.
Jacques Barzun, historiador de la cultura, considera que leer es el estímulo primordial para que la persona logre una “identidad bien hecha”, plenamente realizada. Y la etapa en la que más influye la lectura para ello es en la adolescencia, ya que es en dicho periodo en lo que ampliamos y comprendemos conceptos e ideas importantes para un sano desarrollo intelectual completo: la adolescencia es el periodo evolutivo más importante debido a una reformación de todos los conceptos del sí mismo.

Este, entre otros conceptos teóricos fue lo que me llevo a buscar y analizar la relación entre los hábitos y la preferencia por la lectura en adolescentes de ambos sexos; participaron 100 muchachos (50 hombres – 50 mujeres) con un rango de edad entre 14 y 18 años, a los cuales se les aplicó un
cuestionario de 25 preguntas que me permitirían evaluar dicha relación.
Después de aplicados los cuestionarios, se procedió a hacer los análisis estadísticos los cuales, para no aburrirlos, no presentaré (aunque si alguien quiere la información detallada, con gusto se la daré); sin embargo si les puedo comentar los resultados, siendo estos que, lamentablemente, los jóvenes tienen pocos hábitos de lectura. Pero vayamos por partes. Debido a la naturaleza del estudio tuve que dividir los resultados en tres categorías: a) hábitos, b) preferencia y c) influencia (externa).
Hábitos. Es curioso que los adolescentes hayan reportados que los hábitos de lectura son importantes pero aun así leen y compran muy pocos libros. Ellas compran dos libros al año y ellos menos de dos, de la misma manera ellas compran más publicaciones regularmente aunque no en un gran porcentaje (menos del 50 % lo hacen). Sus horas de lectura diarias no pasan de dos (es decir, ¡menos de 15 a la semana!), ya sea para sus trabajos escolares o por gusto personal. Los diarios también son más leídos por ellas. Su lugar de lectura favorito es su casa y ni hablar de acudir a la biblioteca a menos de que sea una necesidad escolar.
Aunque los adolescentes saben que la lectura es un medio muy importante de información, importante como entretenimiento y muy importante para estimular la imaginación, debido a las demás respuestas se sabe que no esta entre sus actividades favoritas.
Preferencia. Donde más se nota la influencia del género es en el momento de elegir una lectura, aunque se notó una coincidencia, más que en un libro, en un autor Carlos Cuauhtémoc Sánchez (¡¡!!) como el más preferido por los jóvenes. Si bien ellas reportan que prefieren la novela (así, sin más datos), el suspenso y la narrativa; ellos prefieren los libros técnicos y el suspenso. También ellas consumen más revistas de espectáculos (en ese entonces sobresalía la ERES y Tú), ellos optan por las revistas sobre deportes y las de “divulgación científica” (Sports Illustrated y Muy Interesante). Ojo, los comics eran poco leídos por los chicos y mucho menos por ellas. Los diarios más buscados: El Universal, La Jornada y El Reforma.
Influencia. La influencia para que un niño se adentre en el mundo de la lectura, debe comenzar en casa; en este sentido, parece que los padres prefieren regalarle libros a las niñas, asimismo ellos son altamente receptivos cuando sus maestros y amigos les recomiendan leer algún libro. La lectura de diarios sólo se realiza si alguien en casa lo compra, ya que en la escuela es una actividad que casi no se recomienda.
Por lo tanto, obtuve que lo único que determina el género es la preferencia por la lectura debido a que en cuanto a hábitos, estos son muy similares en mujeres y hombres. Los adolescentes son lectores poco frecuentes y exigentes y, de hecho, durante la investigación me percate que algunos de ellos leen mal.
Estoy consciente de las limitaciones de este trabajo, sin embargo considero que da una idea muy general de lo que sucede con los jóvenes en materia de lectura y es que a pesar de que lo realice hace 10 años, creo que no sólo no ha cambiado sino que, quizá, haya cambiado a peor. Con todo y los defectos del sistema educativo de este país, aun se promueve o se “obliga” a que los niños lean, pero tal vez el problema este en casa. Y es que los padres de familia han delegado TODA la responsabilidad de educación a la escuela y se han olvidado de fomentar, entre otras cosas, la lectura porque ellos mismos no leen. Muchos de nosotros tuvimos libros a nuestro alcance, debido a que uno o ambos padres o alguien muy cercano a nosotros nos leían o nos invitaban a tomar un libro de cuentos, de fábulas o, de menos, el libro mágico. Alguna vez platicando con el Pipiripau le decía que mi madre había querido que aprendiera a leer y que ahora se aguantara por todos los libros, revistas y comics que inundan la casa; claro esto es broma, lo que no es broma es que muchos padres dan a sus hijos una historieta o un comic para distraerlos o entretenerlos sin saber que están induciendo a sus hijos para volverse lectores o escritores.

Contrario a lo que la mayoría cree, leer comics no sólo es para niños o para “analfabetos funcionales”. Se cree que es más sencillo leer comics porque tiene dibujos o “monitos” y con ello se sigue la “ley del mínimo esfuerzo” (es decir, que uno ya no tiene que usar la imaginación, hacer abstracciones, porque todo esta gráficamente presente). Quienes de niños nos iniciamos leyendo comics (algunos aprendimos a leer con ellos; otros no sólo español sino hasta ingles), lo seguimos haciendo porque nos gusta, nos emociona, pero eso no quiere decir que no hagamos otro tipo de lecturas, las hacemos y muy variadas.
El comic influye en la formación de grandes lectores pero no sólo eso, para leer algunos comics es necesario tener cierto bagaje cultural. Ya el Sr. Chuck a hecho referencia de ello al poner ejemplos como The Watchmen o V de Vendetta, los cuales para comprender y disfrutar es necesario conocer el contexto en el que están escritos.
Y hablando de Alan Moore y su comic “La Liga de los Extraordinarios Caballeros.
No podrán negar que a quienes les hayan gustado esos personajes querrán leerlos de su fuente original, aunque se disfruta mucho más si han leído:
Las Minas del rey Salomón. De H.R. Haggard

Dracula. De Bram Stoker.

El Hombre Invisible. De H.G. Wells

El Extraño Caso de Dr Jekyll & Mr. Hyde. De L.R. Stevenson

20 mil leguas de viaje submarino. De J. Verne.
Y si les gusta el trabajo tan prolífico de Neil Gaiman, por qué no leer la obra de los ya mencionados H.G. Wells o J. Verne, verdaderos genios, catalogados de soñadores en su momento, pero hombres adelantados a su tiempo. Quizá también algo del mejor escritor de ciencia ficción P.K. Dick.
¿Sueñan los Androides con ovejas eléctricas?
O sus Cuentos.
Los jóvenes que están leyendo sobre los Illuminati en los Avengers y gustan de las sociedades secretas, tal vez en un futuro lean:
El Péndulo de Foucault. De Umberto Ecco.

Assassini. De T. Gifford.

O algo más comercial y light como El Código Da Vinci. De D. Brown.

En días pasados salió a la venta Army of Darkness vs Marvel Zombies, y ya tanto Etazul como Mr Chuck han hablado del maestro del horror HP Lovecratf (por cierto, el Sr. Chuck, olvido mencionar en su columna sobre el Necronomicón que, si bien es cierto que es un secreto a voces que lo escribió Lovecratf, este mismo decía que no existía y que supuestamente había sido escrito por Abdul Al Hazred -El árabe Loco- en Damasco en el S. VIII), bueno, pues consigan sus libros. Quien guste del papel en cantidades industriales y los malos finales tomen cualquier libro de S.King.

O si prefieren algo más clásico y bien escrito, nada mejor que algo del Maestro E.A. Poe.

En un podcast, dirigido por el buen Frank Black y en el que tuve el honor d compartir con A4.0 y con el Cacha, hablábamos de la historieta mexicana y del retrato realista o casi realista de nuestro México a través de las páginas de La Familia Burron, El Pantera, los primeros Sensacionales de…, Memín Pingüín y para adentrarnos más en este México podríamos darle un vistazo a las obras de:
De J.E. Pacheco. Las batallas en el desierto.

Inmaculada. O los Placeres de la Inocencia. De J. García Ponce

O si quieren algo más antiguo y costumbrista, Los bandidos de Rio Frio. De M. Payno.

En fin, creo que me he desviado un poco del tema, pero mi intención era ilustrar como el comic abre muchas puertas y posibilidades para acercarnos a todo tipo de obras de la literatura y viceversa. Quizá ustedes puedan poner aun mejores ejemplos de los que yo he dado y así poder demostrar que
quien lee comics no sólo lee comics y lo mismo con los libros, para con ello dar pauta a que un comic puede ser un buen inicio para la lectura en un niño.
Los padres deben fomentar el gusto por la lectura, por cualquier medio posible, y la escuela, tendrá que ser quien la afiance y la genere, con otras actividades, Porque un país que no lee es un país que se estanca en todos los ámbitos.
Y este país debe generar lectores que comprendan lo que están leyendo y ser personas críticas y pensantes.

A través de este medio quiero hacer un reconocimiento
a todos los que nos han recomendado una lectura, ya sea de comics, revistas, algún artículo y, sobre todo, de libros. Una buena lectura jamás será una pérdida de tiempo. Por que ya lo dice el viejo y conocido refrán:
libros y años… distrae, enseña y cura, eh, no, no, es así:
la buena lectura… hacen al hombre sabio…no, no, no,
la buena lectura la hace el hombre sabio porque con los años esta distraído y se cura… bueno la idea es esa.

Dejen sus quejas, sugerencias y comentarios, aquí con su tío Chapulín.
Leer es un deporte, practíquenlo.
Y recuerden que:
SOY EL MEJOR EN LO QUE HAGO
AUNQUE SE ME CHISPOTÉE.