“To freak or not to freak?”

Últimamente he leído la palabra “friki” en repetidas ocasiones, sobre todo en el FaceBook. Lo más sorprendente es que el término se utiliza como un adjetivo positivo; incluso le he leído acompañado de la palabra “orgullo”.
¿Quién se puede llegar a sentir orgulloso de ser un fenómeno?

Jajaja no es cierto. No va con ese tono lo que voy a escribir… aunque algo tiene que ver.
Efectivamente “friki” viene de la castellanización de la palabra “freaky” ( /ˈfriːkɪ/), adjetivo de “freak” (/fri:k/), literalmente ‘fenómeno’; sin embargo se ha popularizado el uso de éste término para designar a un aficionado de hueso colorado. Así tenemos “frikis del modelismo”, “frikis de los videojuegos”, “frikis de los juegos de rol”, “frikis comiqueros” y un largo etcétera.

La palabra es utilizada en forma despectiva por los “no frikis”; sin embargo dentro de los “círculos frikis” se llegan a dar cruentas batallas por demostrar quién es “el más friki”, lo que otorga altos honores al portador de dicho título.

Para mí ser friki implica ser aficionado y hacer gala de ello sin recelo; esto invariablemente acarreará una de dos reacciones: el rechazo de los no frikis o la simpatía (y/o admiración) de los frikis. Desde mi punto de vista esto satisface la necesidad de demostrar individualidad (ante la sociedad) y un sentido de pertenencia a un grupo más o menos bien definido. Bajo esta idea, a mi parecer, ser friki es algo más bueno que malo.

La inspiración para escribir esto, fue precisamente una serie de comentarios “mala-leche” y cuestionamientos con más ánimo de herir que de ‘ ayudar’ (según lo ponía quién los hizo) por parte de alguien que se decía amigo de uno de mis contactos de FaceBook; algo así como ‘Ya estás grande como para seguir en esas cosas…’ , ‘Canijo… ¡mírate!, te lo digo por tu bien’ y ‘Espero que no me lo tomes a mal pero ya tenemos treinta y tantos años’. Ante mi ojo (friki). esta persona solo estaba destilando frustración al ya no tener la capacidad de hacer lo mismo que nuestro friki anónimo en cuestión. Igual estoy equivocado; sin embargo aquí la clave es la tolerancia.

Que si tal o cual vive atrapado en los 80’s… tolerancia. Que si tal o cual se disfrazó de Pikachu... tolerancia. Que si se gastó un millón de dólares en un cuentito de Superman… tolerancia. Ahora sí que vive y deja vivir… o morir… ¿cómo era? Bueno. Creo que es mejor ser feliz disfrutando de hacer lo que más nos gusta que a vivir reprimidos y frustrados.

¿Y usted… qué opina? ¿Qué tan friki es? ¿Cómo le demuestra al mundo que es usted un friki? ¿Le ha traído su ‘frikés’ problemas con la sociedad? Sirva este espacio como un foro de desahogo y anecdotario para todos los que orgullosamente decimos ‘yo soy friki’.

Ninguna de las fotos presentadas en este post se usa bajo el consentimiento de sus respectivos dueños y son únicamente de carácter ilustrativo.