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jueves, 8 de julio de 2010

"Ay… como han cambiado los tiempos"...

... ó "Porqué no’más los chicharrones de Comikaze truenan."

Visualicen una de esas secuencias de retrospectiva en las que se ve al protagonista de una película en escenas cortas que presentan como pasó sus vacaciones; una secuencia que evoca tiempos más felices y menos complicados… ah sí… y al amor de verano.

Era 1997 cuando la conocí. La encontré en un sitio de lo más inesperado: una tienda que se especializaba en la venta de productos japoneses. Estaba sola (más bien como abandonada) en una de las esquinas de la tienda.
No estaba en la mejor de las condiciones: tenia los bordes doblados y su bolsa protectora había sido abierta. Pero eso no me importó: en ese tiempo la revista Wizard solo se conseguía en tiendas especializadas del D.F.
Además, tenía a Batman en la portada.


Por mucho tiempo, la revista americana Wizard estableció los cánones para las publicaciones que escribían sobre cómics con: un lenguaje famboyero; secciones fijas que iban de lo cotorro a lo bizarro, pasando por lo interanste; entrevistas exclusivas con creativos y editores; un par de mascotas irreverentes (“The Wizard Bunny”, un tipo en una botarga de conejo blanco con una playera negra y Mjöllnir en mano y “The Keep Squeezing Them Monkeys Lad”, quien tuvo mucha menos aceptación); obsequios como “trading cards”, cómics #0, etiquetas para regalos de Navidad, estampillas postales, cupones de descuento para restaurantes de hamburguesas ficticios (en serio); promociones para comprar artículos exclusivos como cómics autografiados y ediciones especiales (‘foil covers’, ‘Wizard’s alternate covers’), estatuillas, figuras de acción; lecciones de dibujo por personalidades del calibre de Jim Lee y los Kubert; su propia tarjeta de crédito y los dos elementos clave: la inclusión de la guía mensual de precios de cómics y mucha, pero mucha información de lo que estaría por venir en los meses siguientes.


La revista era una ventana al mundo detrás de los cómics para los fanboys, no solo de los Estados Unidos, si no de muchas partes del mundo. Personalmente me dediqué a comprarla, si no de una manera regular, sí bajo la regla de que incluyera cualquier portada de Batman o Alex Ross o cualquier pieza de información sobre Alan Moore; como ya lo mencioné, la revista nunca se ha conseguido en cualquier puesto de la esquina, sino en tiendas de cómics o en locales que distribuyeran material importado por DIMSA, en donde la publicación (ya hacia el 2005) llegaba a costar 80 pesos si no mal recuerdo, cuando un cómic de un dólar cincuenta centavos (en promedio) costaba hasta 25 pesos: siempre ha sido, a mi parecer, una revista cara, pero que por mucho tiempo, por los contenidos ya mencionados y sus hasta 216 páginas, valió cada peso invertido.

Sin embargo los tiempos cambian. El crecimiento exponencial de la popularidad (usando el adjetivo NO como un sinónimo de fama, si no en la connotación de haber llegado a las masas) de la Internet cambió de la noche a la mañana la forma en la que la información alcanza al receptor; en este caso hablo de como la red de redes devoró de un solo bocado a la fanboyada y su propio apetito insaciable de noticias al día o incluso a la hora.
Wizard comenzó la carrera contra un monstruo que la superaba en velocidad para hacer pública la información, tomando en cuenta que este tipo de divulgaciones requiere como mínimo un mes de preparación (y estamos hablando de editoriales firmemente posicionadas en el mercado y con una sincronía cronométrica entre departamentos, sin olvidar un buen trabajo del editor y los escritores, sean estos de planta o “freelance”).

A diferencia que otros impresos como los libros y los cómics, Wizard perdió la batalla ante el Internet, que si bien trató de hacer de él un aliado mediante la creación de un portal en el que se ofrecía el contenido de la revista, no pudo superar a sitios gratuitos, como los blogs, que aunque administrados por aficionados (o gente fuera del medio editorial), cumplen con los requerimientos de un sector tan exigente como lo es el de los frikis comiqueros: prontitud, confiabilidad y anticipación.

En México el panorama no es más alentador: han existido varias publicaciones sobre cómics, las cuales, para no omitir ninguna, no listaré en este post. También existen los blogs administrados por aficionados, pero desgraciadamente ninguno se salva de ser algo más que una ‘repetidora’ de las notas americanas, limitándose a un par de posts netamente originales (y no hablo con respecto a temáticas, si no en cuanto a origen). Así, los más recientes intentos por tener una publicación impresa de calidad, se enfrentaron a los retos de la actualidad de la información en línea, logrando medio salvar la nave con una tripulación de aficionados que escribíamos artículos de opinión; sin embargo la información ‘de actualidad’ se limitó a copiar lo que se podía encontrar en el Internet. No fue ni la falta de recursos, ni la falta de colaboradores… fue el entorno en el que la revista había nacido.


Y entonces llegó Comikaze. Un proyecto que sacó de la ecuación la variable que había acabado con sus anteriores, dejando únicamente el resto de los elementos que satisfacen al fanboy local; haciendo modificaciones en los esquemas de periodicidad, diseño y formato que, si bien en un principio respondieron a necesidades mayormente económicas, demostraron ser efectivas y han mantenido la publicación en marcha por dos años. Así, Comikaze se abrió paso en el mercado y está afianzándose cada vez más, no por ser la única en su tipo, si no por su calidad de contenidos y la implementación de prácticas que atraen a los lectores, como la inclusión de obsequios y promociones.




Quiero aclarar que no estoy comparando a Wizard con Comikaze, ni estoy estableciendo que la última es la sucesora de la primera: se trata de dos productos editoriales completamente disímiles, separados por la cultura de dos países diferentes y que buscan satisfacer a mercados diametralmente distantes, aunque se trate de comiqueros.

Actualmente la revista Wizard no es más que un vestigio de glorias pasadas; sus contenidos son cada vez peores y no es un producto atractivo; en nuestro país se sigue consiguiendo de la misma manera que hace más de 10 años y es una revista carísima, considerando que estamos adquiriendo un promedio de 72 páginas a un precio de 108 pesos; la guía de precios ocupa la mitad de la publicación y al parecer sería la única razón válida por la que alguien le perdería el amor al equivalente a dos entradas al cine…
aparte de tener en la portada a Scott Pilgrim.



Datos friki:

-Los editores de la revista Wizard concedieron derechos para la publicación de una versión Brasileña con resultados desastrosos: la revista terminó incluyendo desnudos frontales de personajes femeninos, volviéndose una extraña publicación para adultos. Es cierto; el dato lo extraje de una edición conmemorativa de la revista en la que incluso publican la portada (la cual no mostraba ningún desnudo).

-En una etapa temprana, consideré hacer la propuesta a Editorial Vid de adquirir la licencia para publicar una versión mexicana de Wizard; hasta la fecha no se si de haberse considerado, el proyecto se hubiera visto afectado por la existencia de una versión española que se llegó a distribuir en puestos de revistas de nuestro país.

-Hace un par de años, verbalmente le hice la mencionada propuesta al Editor de Archie en México, Jesús Gil Holguín, quien se mostró entusiasmado con la idea; me pidió que hiciera una propuesta formal por escrito a Vanguardia Editores y prometió respaldarla bajo dos condiciones: que además de los artículos traducidos de la versión en inglés, se buscara la inclusión de artículos de escritores mexicanos y la segunda… que su servidor trabajara en la publicación en la coordinación bajo su guía editorial. Nunca presenté la propuesta.

-En cierta ocasión, hace mucho o hace poco, Francisco Jiménez, de Editorial Vid, me confió la intención de la editorial de sacar una revista “tipo Wizard”.

8 comentarios:

(((Xildad))) dijo...

Cuando Vid incluía articulos de interes comiquero, siempre me pregunte ¿Porque no existe una revista que sea dedicada a explorar el mundo del comic, sin ser necesariamente un comic?

Wizzard que llegaba puntualita a los samborn's de Pachuca no obtuvo el público que se esperaba y actualmente ya ni comics americanos llegan, por lo que dejé de poder comprar muchos, excepto en mis poco-frecuentes viajes al DF

Ahora Comikaze nos regresa la ilusión en las tiendas VID de "POR ACA" ... Creo que no le he dicho a TOVALIN lo genial que es su revista, pero ni falta hace, pues habla por sí misma ...

Saludos!!!

Puros Cuentos dijo...

Así fue, la Wizard era una revista trascendente porque, aparte de las noticias y los chistes fáciles (que algunos eran realmente buenos), tenía artículos de investigación bastante bien fundamentados. Cierto es que si eras una lumbrera del cómic los textos te serían redundantes pero para los neofitos o los interesados habían cosas en verdad sorprendentes. Ahí me enteré de la reclusión de Steve Ditko, de por qué Alan Moore juró no volver a escribir para las grandes, la historia de Image Comics y demás situaciones que hacían que la revista fuera una referencia. Si bien es verdad que podría considerarse como la Cosmopolitan de los cómics, las investigaciones que aparecian regularmente valían cada peso.
Y creo que ese ha sido uno de los factores de la permanencia de Comikaze, las ganas de publicar artículos que por extensión o temática no cabrían en un blog, por lo menos en un blog como los que se acostumbran a llevar en México, además de manejar siempre información fidedigna.
Como ya se está haciendo costumbre, buen texto, aunque siento como que te autolimitas al escribir. Yo soy de la idea que eso de que los textos de blog deben ser cortos es un mito. Más bien, los textos de blog deben ser cortos cuando no tienes nada bueno que decir, en tu caso, si te extendieras por páginas y páginas no habría porblema alguno. De no ser así ignora mi comentario pero para la otra expláyate más jaja.
Saludos

Jorge Tovalín González-Iturbe dijo...

Órale Adrián! Pues muchas gracias por la mención que haces de la revista, en la que hemos tenido el gusto de que colabores (no tanto como yo quisiera, pero sí con textos muy buenos). También muchas gracias a Xildad!

Afortunadamente todo indica que hemos conocido a un impresor que nos ha ofrecido una baja muy considerable en los costos, lo que debe ayudarnos a garantizar la existencia de esta revista independientes por un buen rato.

Igualmente, eso nos ayudará a salir más puntuales en nuestros próximos números.

Por el lado de Wizard, debo decir que yo adoraba esa revista. La compré cada mes, como por dos años y cacho. Grandes entrevistas y reportajes, muy buen sentido del humor, datos curiosos, información de primerísima mano, portadas fregonas, el famoso "Casting Call", etc.

En sí lo que me desencantò es cuando comenzó a subir y subir de precio y a dedicar sus portadas a cuestiones de cine o TV, lo que me recuerda el triste caso de un muy popular blog de cómics mexicano que hoy se inclina más por el chisme de espectáculos gringo, perdiendo gran parte de su prestigio en aras de obtener más lectores.

La versión ultimatizada-española de Wizard no era mala, pero no le llegaba a los talones a esa fregonería llamada Ultimate Reports, de la que deberías hacerte un post, mi buen Adrián.

Jorge Tovalín González-Iturbe dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Pepper dijo...

Wizard era una buena revista, tenia informacion, humor y noticias bien redactadas, lo malo es que despues se convirtio en un catalogo de figuras y programas de television, y entonces la perdimos, recuerdo que la ultima que compre tenia el #0 de Project Superpowers, en cuanto a Comikaze creo que como dice Adrian va en una linea editorial completamente distinta, haciendo articulos interesantes y entrevistas que en otro lugar no tendrian cabida, como siempre un gran post Adrian un abrazo.

Adrián Medina dijo...

Gracias a todos por los comentarios. Es evidente que cualquiera obtener su certificación friki :p conoce la Wizard y en todos los casos concordamos en que era la neta del planeta.
Efectivamente nadapunk, soy como un libro abierto. En ocasiones si me limito mucho en lo que quiero decir… ¿pero qué onda? ¿cómo lo notaste o qué? ¿Eres algo de Paul el Pulpo? No, en buena onda, ahí me dices que pasó.
Bueno, siempre he sido de la idea de ser claro y conciso, aunque a veces no puedo contener la verborrea y darle algunas vueltas al asunto, aún así en este caso quería hablar de lo que para mí significó la mencionada revista, lo que es para mí ahora (una bazofia) y cómo es que he encontrado en Comikaze un consuelo, por así decirlo: así que dejé fuera muchas cosas que me gustaron de la Wizard para no ahondar en el tema y solamente incluí los más importantes.

Habrá a quienes si les guste leer textos largos, pero hay quienes nada más de verlos les da hueva, así que para tratar de que mi idea esencial llegue a más lectores, procuro mantenerlos cortos para que por lo menos le den una oportunidad, y efectivamente me auto-limito. Ya si comparten o no comparten la idea, les gusta o no les gusta, es secundario, por lo menos cumplí el objetivo de exponer mi punto de vista. Nuevamente gracias a tanto friki por los buenos comentarios y adelante con las críticas, si las hay serán para mejorar.

Puros Cuentos dijo...

Pues es que como colega escritor y analista, yo también he tenido ocasiones en que, por espacio, he tenido que automutilarme, quedándome con las ganas de escribir más. Al leer tu texto coincidí en todo y justamente sentí que faltaron algunas cosas por mencionar, cosas que estoy seguro tu también concluiste pero las tuviste quie dejar fuera. No se, es un poder de detección que surge con el oficio (uy si, jajaja).
De cualquier forma, ojalá para la próxima se extiendas un poco más que siempre es un placer leerte.
Saludos.
Y nomás por si se te olvidó, soy Rodrigo Vidal, también colaborador de Comikaze

Adrián Medina dijo...

Ah Don Rodro! No me sabía su nick y no chequé su perfil. Felicidades atrazadas, me enteré que tuvieron una celebración muy deportiva.