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sábado, 9 de junio de 2007

Cuadros, Ruidos y Viñetas: la columna de Kevin Hill

HORAS INTERMINABLES
Por Frank Black.

Por lo general así es uno de mis días: me levanto como a las 11 de la mañana, luego; babeado, somnoliento y con lagañas me meto a al baño y (si bien me va) el agua toca mi cuerpo. Media hora más tarde ya arreglado me siento a comer algo y tras asegurarme de que llevo todas mis cosas salgo de mi casa en hermana República de Ecatepon y me dirijo a la escuela al sur de la ciudad.
Tres horas después (si bien me va) llego a la escuela en donde paso las siguientes 6 horas saliendo y entrando de clases para terminar mi formación académica (¡aja!). Tras esto regreso una hora y media al siempre eficiente servicio de transporte público para dirigirme a mi trabajo en donde pasare las siguientes 8 horas trabajando como negro para vivir como blanco.
Finalmente estaré regresando a eso de la 1 de la mañana a mi cantón para caer como piedra sobre mi cama (que parece piedra) esperando a que la noche pase así de rápido como se me fue el día y mi rutina vuelva a iniciar otra vez. (Nota, si no les salen las cuentas de las horas del día no me importa)
Eso es un día normal de mi vida, (y a lo mejor de muchos de los que leen esta columna) ahora imagínense que por cualquier motivo alguno de nosotros quedara en medio del atentando a un candidato a la Presidencia, Una posible detonación de un arma nuclear, la liberación de un neurovirus o el secuestro del Secretario de la Defensa, y que al final del día tengamos que morir o quedar presos en una nación lejana para poder evitar todas estas catástrofes.
Pues así es como son los días “normales” del Agente de la Unidad Antiterrorista de los Ángeles (o CTU), Jack Bauer, en la serie televisiva 24. (Fox, E.U. 2001) 24 es una serie que en gran parte del mundo ha causado furor por varias razones entre las que se pueden contar la manera tan innovadora de narrar las acciones, ya que es la primera historia narrada en “tiempo real”, es decir, que cada uno de los episodios de la temporada es una hora del día del agente Bauer.


Pero además las acciones de ese día entero no se centran solamente en las peripecias que tiene que hacer el agente Bauer para evitar la serie de calamidades arriba mencionadas, sino que también en las decisiones, acciones y reacciones que tienen el resto de los personajes principales como son; el Presidente de los Estados Unidos, los miembros de la CTU, algún personaje incidental que tenga que ver con la trama e incluso los que no.
De ahí que sus creadores: Joel Sumow y Robert Cochran (escritores ambos) necesitaban una manera diferente de presentar al espectador una serie de acciones importantes ocurridas al mismo tiempo (y por al mismo tiempo me refiero al mismo minuto) en algunos momentos de la historia. Encontrando la manera adecuada en la división de la pantalla televisiva en cuatros (similares a los utilizados en el comic) en las que se muestran todas las acciones sucedidas al mismo tiempo pero en distintos lugares. (nota esa situación si justifica aquí y no como en el Hulk o el Pantera)
Para muchos, 24 es una serie dinámica, llena de situaciones inverosímiles, como el hecho de que se realicen investigaciones tan efectivas en tan sólo unos minutos o que se puedan mover de un lado a otro de una ciudad como es los Ángeles ¡en tan sólo 15 minutos!, (ya lo quisiera poder hacer yo un día sin tráfico) acción continua y tramas recurrentes en la que por lo son los mismos personajes los que las protagonizan.
Para otros, no es más que una serie que representa la ideología actual que domina en los Estados Unidos desde el 11 de septiembre del 2001 (ya que la serie inicio en Noviembre del mismo año, ¿Ironía o lavado de Cerebros masivo) , es decir, la de una nación que se encuentra en constante lucha contra el terrorismo, con la diferencia que el enemigo no está a kilómetros de su suelo, si se encuentra dentro de su casa y bajo el rostro del amigable vecino de a lado.
Para pocos (y hay que ser honestos) es una serie de culto, pero lo cierto es que 24 fue la primera serie que abrió con esta nueva ola que revivió y regreso a la mirada de la gente a un medio semi olvidado como lo fue la televisión. Cabe señalar que 24 no tuvo el éxito que tiene ahora sino hasta la tercera temporada en la que ya tenia que competir con series como: Lost, CSI, Dr, House y más recientemente Heroes, es decir, cuando más gente ya veía la televisión.
Por tal motivo las situaciones a las que se ha enfrentado el Agente Jack bauer han ido siendo más complicadas y difíciles de resolver, llevándolo a sus extremos e incluso a su propia muerte. Actualmente se trasmite la 6 temporada de 24 por el canal de Cable Fox (miércoles 22 horas) mientras que en Estados Unidos se espera el lanzamiento de la 7 temporada en la que se promete que Jack buscará venganza y nadie lo detendrá.
Como sea, 24 es una buena serie, innovadora en muchos aspectos, pero también es muy representativa de un momento muy especial en la historia de una Nación que vive observando sobre su hombro con el filo de ojo, teniendo miedo de que lo peor pueda ocurrir en cualquier momento y eso es lo que la hace tan particular y exitosa, porque tal vez, sólo tal vez, en otro momento esta serie nunca hubiera funcionado.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Como siempre Frank tienes un estilo de redaccion insuperable, que logra envolver en la trama de tu relato. muy buena reseña. Felicidades.

by Churichuro

Anónimo dijo...

mi hermano:
muy buena columna, espero seguirte leyendo por mucho tiempo
atte: bonoman

A 4.0 dijo...

mmmmm... al principio me pareció estar leyendo una página de tu diario personal e íntimo... una introducción digamos de "Mujer, casos de la vida real" ja ja ja ja.

No, muy bien mi Frank espero que vayas puliendo tus notas, ésta empezó bien, pero sé que podrás llevarla a algo más complejo y digno de tí.

Ahí la llevas!!

Saludos

Anónimo dijo...

Habrá que conseguirla, aunque si es como esas series de gringos paranoicos no me llama mucho la atención.

Por otra parte él hecho de relatar acciones cotidianas siempre trae buen resultado, de alguna forma nos sentímos indentificados con determinadas situaciones, independientemente del país en que vivamos...

Saludos